Ayer fui a ver Millenium y no me decepcionó, a pesar de los cambios de ritmo y la inevitable simplificación de la historia original. Me enfrentó otra vez al concepto del abuso, sobre el cual Vicki Bernadet nos hizo reflexionar en el último encuentro de Ashoka.
La fundación que preside Vicki lleva a cabo una batalla increíble para que no se escondan bajo la alfombra las prácticas de abuso sexual hacia niños y niñas.
Un aspecto que nos cuestionaba Vicki era el límite de la confianza interpersonal y de la trivialización del contacto físico, en especial la práctica extendida de besar a las personas mayores, que a veces imponemos a nuestros hijos e hijas como cortesía social.
¡Claro está que no podemos armarnos de desconfianza permanente para ir por la vida! Pero el respeto a la dignidad y la prudencia son otra cosa. No en vano la mayoría de las veces, como afirma Vicki, todo empieza con un simple beso a una persona mayor.
Hay que educar a cada niño y cada niña para que se quiera y se defienda, como narra el cuento Correr y contar, de la serie Cuentos para conversar.