A veces montañeando tienes un pico-objetivo que requiere un acercamiento previo: aclimatarte, entrenarte un poco en el desnivel, reconocer el tipo de terreno, visualizar a distancia el itinerario a realizar más adelante, calcular bien los tiempos de aproximación…
Ese acercamiento frecuentemente se resuelve subiendo a otra montaña cercana más modesta, con buena vista sobre el pico-objetivo. La excursión exploratoria, más sencilla y de menor desnivel, se convierte así en una especie de precuela de lo que será la película final.
Bueno, pues con el objetivo de subir al Grand Galibier, un pico de 3.181 m., cubriendo un desnivel de 775 m., primero ascendimos al Pic Blanc de Galibier, de 2.955 m. cubriendo un desnivel de 575 m..
Ambos picos están a Este y Oeste, respectivamente del Col du Galibier, un mito ciclista y el punto más elevado del Tour de France.
El parte del tiempo era bastante más optimista del que nos encontramos al final: temperaturas por debajo de los 8 grados, viento del norte relativamente fuerte y niebla inconstante que de hecho nos alimentaba esperanzas de mejora, por lo que no abandonamos la ascensión, que enlazaba cresteando dos cimas previas al Pic Blanc.
A las 9:35 aparcamos a 2.556 metros, prácticamente al salir del túnel del Col du Galibier, frente al monumento a Henri Desgrange, deportista y periodista a quien se atribuye la fundación del Tour de France.
Aunque la niebla no nos dejaba ver el paisaje, no era tan espesa como para ocultar el camino evidente que sale hacia el oeste. Lo seguimos con algunos titubeos al encontrar y descartar otro camino señalizado con marcas amarillas. El viento soplaba frío y fuerte del norte. Creo que la foto donde se me ve en la arista ilustra bien de qué iba la cosa.
A las 10:26 alcanzamos el Petit Pic de Galibier Oest, 2.826 metros y continuamos por una arista bastante aérea, hacia el siguiente pico de cota 2.816 metros. Hay que tener bastante cuidado con este tramo. Aunque la reseña que usamos nos indicaba que los pasos más aéreos se evitaban por la izquierda, la verdad es que casi siempre encontramos la vía adecuada por la derecha.
A las 11:26 llegamos al Pic Blanc y enseguida buscamos un pequeño espacio orientado al sur para comernos el bocadillo protegidos del viento. Ya pensábamos que no íbamos a tener suerte con las vistas, cuando de repente la niebla se hizo girones y pudimos disfrutar a ratos de la visión espectacular del Pelvoux, la Barre des Ecrins y la Meije,en el macizo dels Ecrins.
Pero en el descenso todavía nos esperaba la sorpresa de poder ver bien el Gran Galibier, al otro lado del valle, nuestro pico-objetivo para el cual nos estábamos entrenando. Incluso pudimos acercarnos al inicio de la ruta que íbamos a hacer más adelante.
Resumiendo lo mejor del Pic Blanc du Galibier: aproximación muy fácil por la carretera del Col du Galibier, desnivel muy accesible, vistas extraordinarias. ¡Cumpliendo perfectamente y con nota su función de cima exploratoria!