Personas que se funden con la naturaleza y que, cuando te abandonan, las sigues percibiendo entre las hojas de los árboles o el aroma de los melocotones.
Se van, pero están contigo.
Hoy he visto el rostro de Núria en la foto de una escultura de Henry Heerup. Tomé la foto en Copenhague, en el museo Lousiana, un espacio en el que Núria hubiera disfrutado.
He sentido curiosidad por el artista, pintor y escultor que no conocía. Leo en la wikipedia que todos los días Heerup tenía una producción artística enorme. Las piedras, la basura, el papel y el lienzo, todos estos materiales eran los materiales con los que él mismo expresaba su arte. El reciclaje era algo fundamental para Heerup. Todo lo que se consideraba que no servia, Heerup podía ver oportunidades particulares de darle nueva vida
¡Cómo se cruzan las cosas, las personas, los paisajes! Tal vez el rostro de los ángeles está grabado en las piedras, y sólo hay que poder mirarlas para verlo.