La mayoría de nuestros hijos e hijas heredan una trama de apoyo invisible, que toma cuerpo cuando necesitan algún tipo de ayuda, empujón, orientación…
Cuando se plantean estudiar alguna cosa que desconocemos, rápidamente buscamos y encontramos quien tiene la información.
Cuando buscan trabajo, damos voces entre nuestros conocidos. Cuando van a abandonar el país, les conectamos con quienes dieron ese paso…
Aunque a la hora de tomar sus propias decisiones están solos, han podido alimentarse de las reflexiones y experiencias de otras personas. Y donde no llegamos los padres están los parientes, los profesores, las amistades, los contactos.
Todos nos volvemos referentes para ellos: un tesoro que era intangible se revela sólido y valioso.
Pero no está al alcance de muchos otros chicos y chicas, en particular aquellos que abandonaron su país y se integraron en el nuestro sin cobijo familiar o social suficiente.
Estos jóvenes han podido tener buenos padres y buenos profesores, pero en nuestra sociedad competitiva eso no siempre alcanza para abrirse camino y encontrar un lugar en la vida.
Por esto es impresionante lo que hace Fundació Èxit con su Proyecto Couch. Proporciona oportunidades a jóvenes como Aminata Sidibé, a quienes contacta con profesionales del mundo de la empresa que pueden orientarlos y animarlos en el diseño de su futuro.
A través de JAPI, entidad social de L’Hospitalet de Llobregat, Aminata disfruta de más referentes en su itinerario vital: por un lado tiene a Isabel Sanz, directora del hotel Hesperia Sant Just y voluntaria del Proyecto Couch y, por otro lado, tiene a Esther Navarro y el equipo de monitores del Esplai La Florida, que la estimulan como ciudadana activa capaz de ayudar a otras personas.
Cuando los jóvenes no heredan las redes, tenemos que contribuir a tejerlas.