El viernes pasado estuve en el acto de clausura de los proyectos de aprendizaje-servicio de Mataró, una población de casi 120.000 habitantes cercana a Barcelona. Sin duda, Mataró es una ciudad pionera en el impulso del aprendizaje-servicio como herramienta educativa y social.
Desde el año 2006 el Institut Municipal de Educació está promoviendo una alianza entre el mundo escolar y el mundo asociativo, a través de este tipo de proyectos. Desde entonces, 25 centros educativos han desarrollado 38 proyectos con más de 70 entidades sociales, muchas de ellas del ámbito socio-sanitario.
En todo ello hay que destacar el papel de la Fundació Hospital, que ha podido detectar las necesidades de las entidades sociales y convertirlas en oportunidades de aprendizaje-servicio para los chicos y chicas de la ciudad.
Participé con una pequeña conferencia dirigida a un variado y nutrido público formado por alumnado, profesorado y entidades sociales de la ciudad, y quedé maravillada no sólo de la consistencia de los proyectos, sino también de la frescura y autenticidad del testimonio aportado por los jóvenes en el acto.