¿Cómo convencer a los maestros más reticentes e inmovilistas? Esta pregunta surge frecuentemente al final de las presentaciones sobre aprendizaje-servicio.
Hay muchos docentes deseosos de motivar a los desmotivados, de encontrar alguna manera de interesarles y desplazarle sun poquito de su zona de confort.
Ayer estuve en Alzira, Valencia, en una jornada de innovación educativa y una vez más salió la cuestión. Tuve que responder que, sinceramente creo que no hay solución.
Caricaturizando un poco, he llegado a la conclusión de que en esto de la motivación hay tres grupos de educadores: los AB, los BD y los NML.
Los AB son los que se Apuntan a un Bombardeo y representan el 30% del total. Llenos de energía e inasequibles al desaliento. No se asustan con las dificultades… más bien éstas les entrenan y musculan frente a los retos. Se alimentan muchísimo con la ilusión de los chicos y chicas. Se equivocan y precipitan a veces, pero de los fracasos aprenden.
Los BD son los Bueno, Depende, y representan el 50%. Según cómo se animan y se cargan de energía, pero suelen minusvalorar su propia fortaleza y creatividad, y ven las dificultades un poco más grandes de lo que son. También suelen pecar de exceso de prudencia, aunque… ¡eso no viene mal de vez en cuando!
Los NML son los No Me Líes. El 20%. Pasa de ellos. No quieren entusiasmarse porque se pueden despeinar.Tienen tanta aversión a la innovación como adhesión al «esto siempre se ha hecho así». Como sacos agujereados, no vale la pena verter agua. No gastemos nuestra energía aquí, que nos va a hacer falta para otros menesteres.
Lo tengo bastante claro: Los AB tienen que enamorar a los BD y dejar de sufrir con los NML. No se lo merecen.